jueves, 22 de febrero de 2018

¡Que ilusorio es el EGO!




¡Que ilusorio es el EGO!

¡Que ilusorio es el ego!
creador de efectos sin sonido
de ideas indefinidas,
escritor de historias no existidas.

que no simule, ni disfrace
ni te arrastre por otros lugares,
no es la abuelíta del cuento
ni el príncipe con carroza de seda.


Más cuando algo cierto hay dentro,
muere ausente sin tu voz,
te busca para oler tu silueta,
te mira para entrar en tu niebla,
te sueña para sostener tu cuerpo;
desafía la distancia y el tiempo,
haya un lugar refugio de sus miedos.

¡Que ilusorio es el ego!
Embustero empedernido,
mutilado de esperanza
embaucador del sosiego,
peligroso compañero.

¡Que ilusorio es el ego!
Que farolea y te atrapa con velos de araña,
prisionero de la vida.

Carmen Baeza

miércoles, 21 de febrero de 2018

Y quiero alguien




Y quiero alguien...


Y quiero alguien que acaricie  cada pliegue  de mi piel
forjada de momentos  vividos,
reflejos de miedos  vencidos y sueños perdidos,

que dibuje mis senos maduros que amamantaron vidas,
que sueñe mi vientre, remanso  de seres creados de amor,
que bese mis labios ya desdibujados
que dieron instantes de sabores  profundos,

y quiero alguien que ame mis dudas
temerosas de desilusiones,
abrace mis desesperanzas y risas locas ,
que toque en un solo instante, mi alma  crecida de tantos recuerdos,

 porque  cada poro  de mi cuerpo  y cada soplo  de mi ser,
 será  el reflejo  del tiempo vivido y de mi intenso ser.
Carmen Baeza

LIQUIDO ENGAÑOSO











El liquido engañoso


El cristal transparente de natural tributo
hechizante sabor que me captura,
al beber me sumerjo en tu recuerdo
¡¡cuanto te echo de menos!!.


Amor de noches insaciables
de gritos desgarrados,
los poros derramando deseos,
fundidos nuestros besos
al lecho encadenados;

a la deriva voy presto,
la sangre borbotea
mi mundo son tus pechos,
tu sexo, la llamada de mi cuerpo.

¡Me envenena este líquido!
sucumbe mi sentido entre tus piernas,
yacidos y salvajes movimientos;
y muero en el instante
en que tu rostro no veo.


Carmen Baeza

jueves, 8 de febrero de 2018

Si me voy..







Si me voy,  lo haré con el corazón rebosante,
con mi nobleza intacta,
con mis valores eternos,
con mis venas colmadas
de sangre caliente.

Cuando amé,  fue a tiempo completo,
cuando dí amistad,  fue transparente,
cuando confié ,  fue con valentía,
cuando soñé,  fue con ilusión,
Más en momentos no entendí que sucedía,

Si me voy, quizás no quede nada ,
o mi sombra tras recuerdos,
o mis risas insonoras,
o mis palabras divagando sin oír,
o quede eternamente tu libertad presa,
de un sentir evitado.

Si me voy , acuérdate de mi .



©2018 Carmen Baeza



No sé dónde me llevarán los días







No sé dónde me llevarán los días,
los inviernos fríos y grises
destemplados por los inertes vacíos del ser,

los arrugados pliegues de mi estancia en la vida,
los amaneceres huecos
de resacas de amores no vividos,
las horas pasadas sin constancia en el recuerdo,

No sé dónde me llevarán los días,
pero cuando llegue,
sabré que he sido fiel
a mi triste corazón
enjaulado en sentimientos,
perseguido, por temores y silencios,
y aun así, sabré que he vivido,
y más ciertamente sentido!!



©2018 Carmen Baeza


Una página en blanco










Arrancar con un solo impulso las capas del tiempo adherido a tu piel,

empezar a escribir con manos inquietas,

con trazo suave,

la historia que surge de  Ser contra Ser.



Vivir un instante perdido en tus sueños, que alumbrar desea,

página en blanco de la existencia de hoy

,

capítulo del silencio que espera latir,

y busca colores, detalles de pliegues que cierren sus huellas, y no dejen ir.



Narrar el relato, que finja que sigue y no tenga fin.


©2018 Carmen Baeza


Letargo de una tarde





Como tantos días, pasaban los tiempos lentamente,

su cuerpo inquieto, con la sangre alborotada, luz, calor,

verano que anunciaba un otoño sombrío.



Sus labios que ansiaban libertad,

y sus tormentas, viajando incansablemente por sus venas,

esperaban, no sabía qué,

silencio en la estancia del camino;

el aire, al respirar, era el único

que producía un incesante ruido en su interior adormecido,

y el olor a amores ya borrados por el desgaste de los días.



Aletargado su cuerpo, quería vivir,

volar hacia anhelados sueños,

apenas si producían movimientos, su alma estaba cansada.



¡Y todavía sus párpados, intrépidos luchaban, buscando ser feliz!


©2018 Carmen Baeza



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PARA PENSAR

Al final de los días, estarán tristes, tristes porque sus avatares y sufrimientos, no ayudaron a los venideros, ellos que viv...